segunda-feira, 25 de abril de 2011

Playa Girón, Silvio Rodríguez y la música de resistencia de Cuba (parte 1)


Jorge Vital de Brito Moreira, nosso colaborador, publicou esta matéria (em espanhol) no Rebelión.

En los años 80, cuando estudiaba en México, DF, escuché por la primera vez una canción de Silvio Rodríguez que decía:

Te doy una canción y digo: Patria. Y sigo hablando para ti.
Te doy una canción como un disparo,
como un libro, una palabra, una guerrilla...
como doy el amor (1)

Fue una experiencia única, conmovedora e iluminadora: la combinación tan bien hecha por Silvio entre música, poesía, romance y política en la composición “Te doy una canción” me ayudó a quitar lentamente (fue un proceso) de la cabeza el principal ideologema de muchos artistas y estetas brasileños que trataban de inculcarnos el dilema: “no se puede conyugar arte y política; o el uno o el otro”. Lógicamente, algunos de ellos creían en eso por convicción ideológica o por razones comerciales, pero otros lo repetían por temor a la represión y la censura del Acto Institucional 5, de las autoridades militares.
Por esa época, antes de salir de Brasil, ya conocía algunas letras y músicas de protesta como “Apesar de Você” de Chico Buarque de Holanda así como otras excelentes composiciones políticas del compositor que también fueron prohibidas por la censura de nuestro país. Eran tiempos de la dictadura militar y uno tenía que engullir muchas directrices (muchas serpientes) fascistas en lo artístico, cultural y político para seguir aguantando la infernal cotidianidad brasileña.
Por estudiar violoncello, saber tocar la guitarra y cantar músicas brasileñas me invitaban frecuentemente para tocar mi guitarra en las serenatas sobre las playas blancas de Salvador-Bahía. Aquí y allá (entre las músicas románticas y sentimentales que predominaban en el repertorio de las serenatas), yo siempre encontraba el espacio para incluir de “contrabando” la extraordinaria música política “Viola Enluarada” de Marcos Valle, además de otras de la misma calidad y género de los compositores Geraldo Vandré, Edú Lobo y el mismo Chico Buarque.
A pesar de todo lo anterior, fue, como decía, cuando me encontraba en México (y empecé a escuchar a Silvio Rodríguez, a Pablo Milanés, y a la “nueva trova cubana”) que me fui liberando completamente de la cantiga ideológica del “arte por el arte”, encontrando espacio para aprender una estética y una poética que (como nos decía Sartre) fueran comprometidas con los “condenados de la tierra” de nuestro tiempo. Aun recuerdo la fuerte impresión que me dejó el primer concierto de Silvio y Pablo en el Auditorio Nacional de México en Chapultepec. Después, estuve presente en el Festival de Varadero y en el Teatro Karl Marx (lugares donde los dos se presentaban) en la Habana durante mi corto viaje a Cuba.
Para aquellos que tocaban la guitarra española, era un placer adicional aprender a tocar y a cantar las músicas de Silvio Rodríguez (“Te doy una canción” “Rabo de Nube”, “La Masa”, “Sueño Con Serpientes”, “Pequeña Serenata Diurna” “Nuestro Tema”, “Unicornio”, etc.) y de Pablo Milanés (“Yolanda”, “Yo Pisaré Las Calles Nuevamente”, “La Vida No Vale Nada”, “Pobre del Cantor”, “Años”, etc.)
De esta forma, poco a poco, me fui dando cuenta de que los relatos generados no sólo por la poesía y las politonales sino por la estética, por la filosofía, por la literatura y por lo artístico en general, eran discursos culturales ideológicos que atendían a diversas funciones sociales y que como todos los otros discursos producidos por el lenguaje, estaban sujetos a los cambios profundos que se procesaban en la realidad histórica.
Los estudios en México también me ayudaron a conocer y apreciar las corrientes del pensamiento filosófico, económico, social y político, y muchas informaciones que eran prohibidas por la dictadura militar de Brasil(2). Muchas de las noticias e informaciones políticas publicadas por periódicos mexicanos, no se conocían por la mayoría de la población de Brasil, o, cuando las publicaban, lo hacían desde la perspectiva de la imprenta y media de derecha vinculadas a la dictadura, al imperialismo y al gran capital de EUA.
Las noticias sobre la “Guerra de Vietnam” o la “Revolución Cubana”, por ejemplo, eran las más distorsionadas por la prensa y media brasileña anti-democrática: trataban de desconocer y esconder las victorias militares y políticas de los dos pequeños países (David) que no sólo desafiaran sino que derrotaran a la mayor potencia imperial (Golias) que ya hubo en la historia de la humanidad. Así, no se podía desconocer y esconder aquellas gigantescas victorias por mucho tiempo. Vietnam y Cuba fueron y continúan siendo gigantescos símbolos de esperanza; símbolos de las extraordinarias luchas victoriosas realizadas por los oprimidos en contra de las agresiones del opresor.
No me recuerdo, mientras vivía en Brasil hasta fines de 1978, haber leído nunca una noticia referente a una de las más importantes victorias militares y políticas de Cuba (después de la revolución) contra el imperialismo de EUA. Me refiero aquí al intento de invasión de Cuba a través de la “Bahía de Cochinos” o de “Playa Girón” y a la derrota de millares de cubanos gusanos armados por los militares estadounidenses en el litoral cubano.
Para aquellos de la generación de jóvenes que aun no lo saben, Playa Girón es una pequeña playa en la Bahía de Cochinos, situada al centro sur de Cuba. La Bahía y su playa pasaron a la historia nacional e internacional en el 17, 18, 19 de 1961, cuando fue escogida como uno de los puntos de desembarco para la invasión de Cuba. La invasión realizada aproximadamente por 1500 exiliados cubanos, patrocinados por el gobierno de EUA y la CIA, fue derrotada por las fuerzas del gobierno de Fidel Castro y Che Guevara. A lo largo de 3 días, se desarrollaron combates en numerosos lugares de la Bahía, siendo Playa Girón el último punto ocupado por los invasores antes de su derrota.
Muchos años después, Silvio Rodríguez, compuso la música “Playa Girón”, dedicada a los pescadores de un barco con este nombre en el que estuvo trabajando durante 1969. Sin embargo, como ya sugerimos, el tema Playa Girón tiene más de un sentido. Se refiere tanto al barco como a la batalla ganada por los cubanos. Una vez más, Silvio Rodríguez vino a despertar mi curiosidad sobre la historia cubana a través de su extraordinaria composición intitulada “Playa Girón”. Una vez más, Silvio creaba un poema y una música que lograba mezclar artísticamente su experiencia personal (y corporal), la discusión estética moderna y la historia política de Cuba (en contra del imperialismo internacional) con una maestría sin igual.(3)
En un modesto homenaje a los 50 años (1961-2011) de la heroica victoria de los cubanos en Playa Girón, al barco del mismo nombre y al papel ejemplar de la música de resistencia política cubana, me gustaría, reproducir en seguida la extraordinaria composición “Playa Girón”(3) con la esperanza de que pueda provocar en los jóvenes estudiantes la misma curiosidad y el mismo entusiasmo que me han despertado desde 1980.

(continua)
As notas seguirão na parte 2 desta postagem...

9 comentários:

Joelma disse...

Buena, muy buena publicación.
Y yo diría más, muy esclarecedor.

Mário disse...

Um excelente panorama da música, (não só a cubana como induz o título) como também a brasileira, onde o Professor nos mostra o que de importante aconteceu em relação à música de protesto.

Jonga Olivieri disse...

Me gusta mucho su comentário, muchacha...
E desculpe o portunhol!

Jonga Olivieri disse...

E gosto desta latinidade, Joelma, pois nós (brasileiros), sei lá por que cargas dágua não nos sentimos e nem nos identificamos com nossos vizinhos latino americanos.
Um problema de ordem cultural mas que tem consequências graves no nosso comportamento e em nossa integração no continente americano.
Temos, de toda forma, que lutarmos contra isto!

Jonga Olivieri disse...

Sim Mário, o professor nos dá um panorama bem amplo de tudo isto. gosto muito deste ensaio!

Anônimo disse...

Professor, quando você falou de “Viola Enluarada” de Marcos Valle, lembrei que o Jonga conheceu demais ele e o irmão Paulo Sérgio devido à sua vida profissional na publicidade. Na mesma época, Ivan Lins, Tavito... É ou não é Jonga? A turma da “Zurana” uma das melhores produtoras de jingles do Rio de Janeiro.Digo isto porque trabalhei lá. Sou leitor assíduo deste blogue, já comentei alguma coisa, mas poucas vezes o faço.
E se o fiz desta vez foi porque gosto do tema. Música é o meu fraco, até porque sempre trabalhei na área. Então, acompanho a música latino-americana com atenção e gosto muito dela. E Pablo Milanés e Silvio Rodriguez não poderiam estar fora disto de maneira alguma. A homenagem de suas músicas aos que combateram na vitoriosa resistência à invasão “americana” à Baia dos Porcos é algo marcante na música, na “nossa música”, pois considero toda a América Latina quase que como uma só.
MR

Jonga Olivieri disse...

Sim, conheci mais o Paulo Sérgio Valle que era muito amigo de meu ex parceiro (redator) o Ney.
E conheci demais o Tavito, com quem o Ney compôs a letra de "Rua Ramalhete"... Com quem, aliás, costumávamos almoçar no “Amarelinho” ali na Cinelãndia... E tomávamos uns porres memoráveis!
Mas o melhor de seu comentário, amigo (pois não o identifiquei pelas iniciais) é mesmo a sua posição frente à universalidade da América de norte a sul. "Che" costumava dizer que “do México à Patagônia era um só país.”
E a música pode ter diferenças regionais, mas também é impregnada de uma africanidade rítmica surpreendente. Veja a jamaicana. Mas principalmente as cubana e brasileira cujos escravos são das mesmas regiões da África teem uma identidade incomum.
Milanés sentiu isto quando veio ao Brasil e vibrou com a nossa música.
Assisti um ‘show’ dele com o Chico Buarque no "Canecão" que foi simplesmete sensacional. E em plenos "anos de chumbo"...
Ok, MR, apareça mais e dê o ar de sua graça com mais frequência. Afinal, um blogue vive muito de comentários...

André Setaro disse...

Há uma originalidade surpreendente na música cubana. O filme 'Buena Vista Social Club', de Win Wenders, soube captar toda a atmosfera musical da ilha de Fidel Castro. O Professor Moreira, como de hábito, estende a sua análise, dando-nos um necessário e bem embasado panorama dos protestos veiculados pelas letras em belas e sonoras canções.

Jonga Olivieri disse...

Claro André. A música e basrante de outras áreas culturais cubanas teem muito a ver conosco, principalmenta aí na Bahia, onde nossa africanidade é mais presente!